Perros:
Las mascotas más comunes son los perros. Estos animales se alzan como el animal doméstico por excelencia. Su instinto de protección y la compañía que ofrecen hacen que los perros se conviertan en un miembro más de muchas familias. Los perros son amigos incondicionales de sus amos y, por eso, muchas personas no pueden vivir sin ellos.
Gatos:
Los gatos son los segundos en la lista de mascotas. Estos animales domésticos tienen grandes adeptos por la compañía infinita que ofrecen. No obstante, son muchas las personas reacias a convivir con un gato. Los gatos no siempre han sido animales de compañía, ya que sus orígenes son claramente salvajes.
Hamsters:
Estos roedores son uno de los principales animales domésticos en las casas con niños. Los hámsters son, en muchas ocasiones, la primera mascota para algunos pequeños. No requiere demasiados cuidados especiales pero sí hay que garantizarle unas buenas condiciones higiénicas y de temperatura. El hámster debe contar con una jaula homologada en la que comerá, dormirá y jugará. Existen numerosos modelos en el mercado, con los que el animal se sentirá de lo más a gusto.
Pajaros:
Pájaros como los loros o los periquitos son otras de las mascotas más comunes. En el caso de los loros, suele ser un divertido animal de compañía para muchos jóvenes y adultos. Los hogares en los que hay loros deben conseguir una temperatura ideal para que esta ave se sienta como en casa. La domesticación de los loros es sencilla y se convierten en un animal de compañía ideal.
Peces:
Los peces son una de las mascotas más tranquilas. No dan apenas trabajo pero su presencia en la pecera ofrece compañía y tranquilidad a sus amos. Las peceras son un elemento fundamental para la convivencia entre los peces y los humanos. Debe tratarse de un espacio que cumpla todas las normas sanitarias y de seguridad para estos animales de compañía.